viernes, 5 de febrero de 2016

DOS LUBINAS DE ÚLTIMA HORA, SALVANDO EL BOLO

El día comenzaba muy nublado, llegando algo tarde al pedrero cogimos la amanecida por los pelos. Tras horas dándole sin ningún tipo de resultado, con el día ya encima decidimos cambiar de zona. Si es que todo en la vida requiere algún tipo  de sacrificio y lo que rápido llega pronto se van. Han sido largas pateadas en el pedrero, sudadas increíbles, mojaduras, tiempo perdido intentando hacer camino buscando nuevas posturas, kilómetros y kilómetros de coche buscando esa picada con lo que todos soñamos. La escasa actividad tampoco acompañaba. Pero como se suele decir: "el que la sigue la consigue y con perseverancia e insistencia todo acaba llegando en la vida".
El mar se plantaba algo duro, buscando resguardo no obtuvimos resultados y a punto de marchar casi ya por el mediodía, tocó probar una zona más expuesta al viento y al mar, donde efectuar los lances suponía todo un reto, no había casi ningún señuelo que aguantara con las olas laterales que golpeaban en gran medida por el fuerte viento. Cabizbajo ya pero con más ganas que nunca, decidí  no desistir y lanzar hasta el final, pensé en tirar la toalla pero no soy de esos. El cuerpo se resentía pero aguanté hasta el final a pesar de que muchos me intentaban desanimar en días pasados, diciendo que no estaba saliendo nada y que no sabían para que iba. Para mi no es solo sacar peces, es estar en contacto con la naturaleza, ese olor a salitre y esas microgotas que te mojan la cara. Quien vive la pesca sabrá a lo que me refiero. Las picadas fueron buenas y los peces difíciles de combatir, por el fuerte mar que no lo puso nada fácil pero el Penn Spinfisher V 3500 se comportó como un campeón, a pesar de que muchas voces decían que a donde iba con un 3500 para costa (freno muy progresivo y sobredimensionado de 9 kg, 200 metros de 0,18 aproximadamente, bajo mi punto de vista SOBRADÍSIMO para la pesca que practico en las costas gallegas). No son ningunos monstruos, pero me gustaría dedicárselas a esos amigos que siempre te acompañan aunque no se tenga picada en todo el día, a esa gente que te da buenos consejos, a los que amáis la pesca tanto como yo. Esto os lo digo con la mayor sinceridad, esta jornada me ha abierto  los ojos en muchos sentidos. Con la pesca he aprendido muchas cosas, tanto de la pesca como de la propia vida y creo que esto lo deberían de aprender muchos niños desde pequeños.
Aquí os dejo esta foto, un saludo y buena pesca a todos ;)








Emoticono smile

3 comentarios: